Jorge Sampaoli se frotó las manos. Fue un día fructífero el que vivió la Selección en Barcelona, porque se entrenó en doble turno, porque por primera vez el DT dispuso de los 23 jugadores -Mercado y Biglia practicaron a la par del resto- y porque además los líderes enviaron un poderoso mensaje al grupo. Messi, Agüero y Di María llegaron al complejo deportivo Joan Gamper a las 9, una hora antes de lo pautado, dispuestos a poner manos a la obra. Fueron al gimnasio y los acompañó el preparador físico Jorge Desio.

Y algo más, con fuerte valor simbólico. Sampaoli les da a los jugadores la posibilidad de dormir fuera del hotel, con sus familias, pero todos se quedaron concentrados durante la primera noche en España, con Messi -un vecino más de Barcelona- a la cabeza.

Ya no hay bajas por lesión ni jugadores trabajando por su cuenta, en plan recuperatorio. El entrenador cuenta con todos sus hombres y ayer les sacó el jugo, ya que en ambos turnos se programaron movimientos tácticos, básicamente de presión y de recuperación veloz de la pelota.

El plantel se entrenó temprano en una cancha que suele utilizar el equipo juvenil del “barsa” y tiene las mismas dimensiones que el Camp Nou. Por la tarde, bajo el sol, Sampaoli puso la lupa en los ejercicios que Tagliafico, Di María y Biglia llevaron adelante para la recuperación del balón y en el momento de encontrar claridad a la hora del armado del juego.

Ya a puertas cerradas, divididos en dos grupos, hubo un ensayo de fútbol en el que se desarrollaron movimientos tácticos, once contra once y ante sparrings. Hoy volverán a practicar por la mañana y con el mismo ritmo seguirán hasta el próximo viernes, cuando viajarán a Jerusalén para disputar el amistoso con Israel.

Paulo Dybala, que parece relegado -al menos no jugó contra Haití el martes pasado-, tiró buena onda a la hora de las declaraciones. “En cada entrenamiento hay que dar todo -subrayó la estrella de Juventus-. Este es un lugar ideal, en el que podemos hacer lo que nos pide el entrenador”. Contra los israelíes Dybala espera disponer de algunos minutos, en lo posible junto a Messi.